Desde esta semana comenzaron a escucharse voces en altos parlantes sobre los preparativos por fiestas navideñas y fin de año.
En centros comerciales, mercados, entre otros lugares de concentración por ventas de bombillos y demás enseres alusivos a la fecha, son visitados.
Aunque este año, la situación económica en un tanto más complicada que el año anterior persiste el entusiasmo por mantener la tradición.
María soledad Buenaño de 55 años quien acudió a un centro comercial para comprar accesorios del arbolito navideño, comentó que más allá de la situación económica, toca conservar ésta costumbre de padres y abuelos.
Ellos, dice, cada año recibían con entusiasmo estas festividades, pues se trataba también de una reunión familiar y amigos
Como ella, son muchos quienes quieren seguir con este festejo, aunque estaría por verse si todos logran llevar a la mesa de sus hogares el pavo.