Crece el desempleo juvenil en Ecuador

El crecimiento del desempleo juvenil en Ecuador es un tema vital que debe ser abordado, afrontado y solucionado por la candidata presidencial del Movimiento Revolución Ciudadana Listas 5, Luisa González y el candidato presidente del Movimiento Acción Democrática Nacional ADN – Lista 7, Daniel Noboa Azin.

Miles de jóvenes de nuestro país requieren que los candidatos que aspiran gobernarnos los próximos años elaboren y presenten una propuesta seria y sustentada para la generación de empleo juvenil.

Un estudio, liderado por Children International y Empleo Joven Ecuador, analiza la situación
de los jóvenes en Ecuador, para identificar sus
necesidades, intereses y barreras que enfrentan al integrarse al mercado laboral.

Este diagnóstico responde a la creciente preocupación por la alta tasa de desempleo juvenil las desigualdades persistentes y la precariedad laboral que afectan a este grupo etario, que representa el 20,32 % de la población total del
país, según el Censo Ecuador realizado en 2022.

Contexto y metodología

Panorama del empleo juvenil

Según el INEC, en Ecuador, el desempleo juvenil alcanzó un 9,5% en mayo de 2024, marcando un incremento del 3,4 % respecto al año anterior. La tasa de subempleo juvenil se situó en 29,3 %, reflejando una tendencia creciente en comparación con el 25,2 % registrado en 2023.

Actualmente, solo el 28,7 % de los jóvenes cuenta con un empleo adecuado, lo que evidencia una alta precarización laboral. Las mujeres jóvenes enfrentan una situación más crítica, con un 10,9 % de desempleo y mayores dificultades para acceder a empleos formales.

Las mujeres jóvenes ganan en promedio un 18 % menos que los hombres en puestos similares, según datos del INEC (2023). Por regiones, la Amazonía presenta las tasas más altas de informalidad laboral (80,3% en 2023), mientras que la región Insular muestra los mejores resultados en empleo adecuado (50 % en 2022).

Metodología del estudio

El diagnóstico utilizó un enfoque mixto, combinando:

  • Encuestas cuantitativas: Se realizó un muestreo estratificado por regiones del país en donde se obtuvieron 1011 respuestas.
  • Entrevistas: se realizaron 11 entrevistas con jóvenes y 13 entrevistas con actores clave.
  • Grupos focales: Participaron 51 jóvenes de diferentes contextos socioeconómicos.
  • Análisis cualitativo: Percepciones y experiencias
    laborales de los jóvenes, percepciones del sector
    público, privado y tercer sector.

Hallazgos principales

Situación laboral y educativa de los jóvenes

  • Desempleo elevado: El 80,1 % de los encuestados se encuentra desempleado, y el 59,8 % depende económicamente de sus padres. El tiempo promedio de búsqueda de empleo es de 9 meses, y un 17,7 % ha estado buscando trabajo por más de dos años.
  • Ingresos bajos: El ingreso mensual promedio de
    los jóvenes empleados es de USD 189,6, inferior
    al salario básico unificado de USD 460. Por ocupación, los empleados bajo relación de dependencia tienen los ingresos más altos (USD 601,4), mientras que los voluntarios reportan los másbajos (USD 123,7).
  • Relación con la educación: Aunque un mayor
    nivel educativo incrementa la probabilidad de
    empleo (28,9 % para posgraduados), no garantiza
    salarios significativamente mejores. Además, el
    65,8 % de los jóvenes con educación financiada de forma privada siguen estando desempleados.

Intereses y motivaciones laborales

Sectores preferidos: Los jóvenes consideran que las mejores oportunidades laborales están en comercio y finanzas (25,81 %), salud (19,11 %) y tecnología (18,64 %).

Motivaciones principales: La mayoría busca empleo para alcanzar metas personales y profesionales (21,3 %), seguido por la necesidad económica (15,75 %) y el deseo de aprender y adquirir experiencia (15,08 %).

Valores en el empleo: Los jóvenes priorizan oportunidades de crecimiento profesional (24,48 %), un ambiente de trabajo colaborativo (19,01 %) y estabilidad laboral (17,52 %).

Interés en el autoempleo

El 70,9 % de los jóvenes sin un emprendimiento
expresó interés en iniciar uno, destacando sectores como comercio, tecnología y gastronomía. Sin embargo, identifican la falta de financiamiento (28,92 %) y la capacitación empresarial (13,43 %) como las principales barreras.

Principales barreras al empleo

  1. Falta de experiencia laboral (45 %): Es la principal dificultad para acceder al mercado formal.
  2. Brechas educativas (30 %): La desconexión entre la formación académica y las demandas laborales limita las oportunidades.
  3. Desigualdades sociales (15 %): Género, etnia y
    clase afectan desproporcionadamente a mujeres
    jóvenes, especialmente de comunidades indígenas y afroecuatorianas.
  4. Precariedad laboral (10 %): Altos niveles de informalidad e ingresos bajos, especialmente en la Amazonía y la Costa.

Recomendaciones

  1. Fortalecer la orientación vocacional
  • Diseñar programas de orientación que alineen
    la formación académica con las demandas del
    mercado laboral.
  • Involucrar a instituciones educativas y empleadores para identificar las habilidades requeridas.
  1. Promover el empleo decente
  • Crear incentivos para las empresas que contraten jóvenes, como subsidios o exoneraciones tributarias.
  • Implementar programas de fortalecimiento de
    habilidades blandas, educación financiera y habilidades digitales para mejorar la calidad del
    empleo y la inclusión laboral.
  1. Impulsar el autoempleo
  • Facilitar acceso a financiamiento y capacitación
    para emprendimientos juveniles.
  • Promover la digitalización y el uso de tecnologías como la inteligencia artificial, para optimizar los negocios.
  1. Reducir desigualdades sociales
  • Diseñar políticas inclusivas para mujeres y comunidades vulnerables.
  • Implementar programas de educación y capacitación en zonas rurales y periurbanas.
  1. Monitorear e innovar políticas laborales
  • Establecer sistemas de seguimiento para medir
    el impacto de las políticas públicas en la empleabilidad juvenil.
  • Adaptar las estrategias laborales a los cambios
    del mercado, incluyendo tecnologías emergentes y economías verdes.
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