QUITO-ECUADOR.-Desempleo, inseguridad, vialidad en malas condiciones y un paupérrimo sistema de salud, son entre otros, los males que aquejan a la población ecuatoriana.
Los ecuatorianos sienten que hay un retroceso, pues hace años, este país, fue un referente en crecimiento y estabilidad económica.
Los trabajadores privados y servidores públicos testifican una sustancial mejora de sus ingresos en esa época en el marco de sus derechos laborales.
Hoy en cambio además del déficit de empleo la población vive en zozobra por un ambiente conflictivo marcado por inseguridad.
Las extorsiones, por ejemplo, una modalidad lejana en años anteriores hoy son una constante; así como los asaltos e incluso los secuestros.
Los últimos tres presidentes: Lenin Moreno, Guillermo Lasso y Daniel Noboa, llegaron a Carondelet a quejarse de los diez años (2006-2017) del ex presidente Rafael Correa.
Moreno recordado como el mayor traidor de la historia durante sus cuatro años de administración fijó su gestión en criticar a su antecesor de quien fue su Vicepresidente.
Guillermo Lasso, (banquero) que sucedió a Moreno en su corto gobierno también centró su administración en una y supuesta prepotencia de Correa.
Sin embargo, una de sus decisiones fue “disolver la Asamblea Nacional”, para gobernar a su manera unos pocos meses y convocar a elecciones anticipadas.
Una de las críticas de Lasso, contra Correa fue la supuesta costosa compra del avión presidencial al cual aseguró durante su campaña que nunca se subiría, sin embargo, todos sus viajes los realizó en dicha aeronave.
Para completar el cortado período de su gobierno, convocó a elecciones resultando electo el actual presidente, Daniel Noboa (empresario bananero) quien a su vez llamó comicios generales, resultando “reelecto” el 13 de abril para los próximo cuatro años.
Hoy, a pesar de sus recientes declaraciones de que ya “se respira aires de libertad” la población se queja de una creciente inseguridad.
Noboa cree que para ejecutar su plan de gobierno es necesaria una Asamblea Constituyente, aunque analistas políticos advierten que su intención es llevar adelante un plan de privatización de las empresas del Estado.
Muestra de aquello es que ya intentó vender el pozo petrolero Sacha, uno de los mayor producción.
En este mismo momento el delegado del Ejecutivo en el Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) Eduardo Peña ha generado una polémica sobre un posible aumento de 65 a 70 años para la edad de jubilación.
Además, se propone elevar al 30% el descuento de aportación para el seguro social. Hoy ese aporte es del 20,6% del salario del trabajador. con el nuevo aporte resultaría 141 menos ingreso del salario de 470 dólares.