QUITO,ECUADOR.-El Gobierno del presidente Daniel Noboa saldó las deudas patronales con educadores comunitarios. Desde las instalaciones del Colegio Dillon, en Quito, el Jefe de Estado recordó el retraso en estos pagos.
Según él fue una injusticia, pero aseguró que su gobierno está para reafirmar su compromiso de respaldarlos y reconocer su labor (…) Dijo que hace pocos días se concretó este compromiso: «Transferimos USD 33,2 millones para beneficiar a 6.451 educadores comunitarios”, comentó.
Esto señaló el jefe de Estado garantiza el respeto a los derechos de los educadores, fundamentales para el desarrollo y precisó que este pago fue posible con la coordinación del Ministerio de Educación, el Ministerio de Economía y Finanzas y el Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS).
“Nuestro gobierno seguirá respaldando su trabajo y esfuerzos, porque la educación es la base del desarrollo y ustedes hacen posible ese cambio que anhelamos para el Nuevo Ecuador”.
Es así que, la ministra de Educación, Alegría Crespo, subrayó la relevancia de este acontecimiento, que “simboliza el reconocimiento de una deuda histórica y el triunfo de la perseverancia, la justicia y el compromiso por la dignidad de quienes han dedicado su vida a educar en los rincones más vulnerables del Ecuador”.
A ello agregó que, con la consolidación de este hito, los educadores accederán a los beneficios de la seguridad social: “Celebramos un futuro digno, un retiro que respete su entrega y un presente que valore su esfuerzo”.
Por su parte, Aracely Puetate, presidenta nacional de los educadores comunitarios, inició su alocución relatando la lucha de sus colegas para conseguir el cumplimiento de sus derechos laborales por años; la lucha significó “una dolorosa resignación, pero por la que jamás dejamos cumplir nuestra misión (…).
Agradezco al Presidente, porque después de décadas finalmente fuimos escuchados y tomados en cuenta. Somos y siempre hemos sido comprometidos y con una verdadera vocación hemos trabajado con responsabilidad, dedicación y amor; entregando nuestra vida a la enseñanza de la gente más pobre”.
El camino hacia una sociedad más equitativa y próspera comienza con acciones contundentes. Por ello, el Primer Mandatario, expresó a los educadores que: “su esfuerzo es la mejor manera de llevar el conocimiento a los lugares donde muchas veces la educación formal no alcanza a llegar. Con su dedicación logran que el derecho a la educación sea una realidad, que este derecho se cumpla y que no se quede como un simple compromiso en el papel”.