Bienestar mental la importancia de hablar a tiempo

La adolescencia es una etapa de cambios intensos, donde las emociones pueden sentirse
como una montaña rusa. Sin embargo, el bienestar mental de los adolescentes sigue siendo un
tema que muchas veces se minimiza.

El 2 de marzo de cada año se conmemora el Día Mundial del Bienestar Mental para Adolescentes, y desde el Centro de Terapia Psicológica ÁNIMU
nos recuerdan que hablar de salud mental desde jóvenes es muy importante para promover un
manejo saludable de las emociones.

A menudo se les dice a los adolescentes que «todo es cuestión de actitud» o que «deben ser fuertes», pero la salud mental no funciona así. Sentir tristeza o ansiedad no es debilidad. Enseñarles a validar sus emociones y pedir ayuda es fundamental para el bienestar de los jóvenes.

Datos y cifras de la Organización Mundial de la Salud:

● Uno de cada siete jóvenes de entre 10 y 19 años padece algún tipo de trastorno mental. Estas afecciones representan el 15% de la carga mundial de morbimortalidad entre los adolescentes.

● La depresión, la ansiedad y los trastornos del comportamiento se encuentran entre las
principales causas de enfermedad y discapacidad en los adolescentes.

● El suicidio es la tercera causa de defunción en las personas de 15 a 29 años.

● Cuando un trastorno de salud mental de un adolescente no se trata, sus consecuencias se extienden a la edad adulta, perjudican su salud física y mental y limitan sus posibilidades de llevar una vida plena en el futuro.

Cuidar la salud mental no significa evitar el malestar, sino aprender a manejarlo. Algunas
estrategias incluyen:

● Dormir bien, alimentarse de manera balanceada y moverse con regularidad impacta en el estado de ánimo.

● Hablar con alguien de confianza o escribir puede ser una gran herramienta.

● Reducir el uso de pantallas, dedicar tiempo a hobbies y momentos de descanso.

● Tener horarios organizados ayuda a reducir el estrés y la ansiedad.

Poner límites también es parte del bienestar.

Enseñar a los adolescentes a decir «no» y establecer límites sanos con su tiempo, energía y relaciones evita sobrecargas. Además, contar con una red de apoyo marca la diferencia.

Tener amigos, familiares o profesionales con quienes hablar puede prevenir que pequeños problemas se conviertan en crisis mayores.

La terapia psicológica es una herramienta valiosa para aprender a gestionar emociones y desafíos.

La salud mental se construye con prevención y acompañamiento. Hablar sobre estos temas desde temprana edad ayuda a los jóvenes a comprenderse mejor y enfrentar la vida de manera
más saludable.

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