Luz, como popularmente le llama la gente, es Luz María Yungan de 30 años de edad aproxiamadamente.
Nació en una comunidad de Riobamba, provincia de Chimborazo, Ecuador.
Ahí creció abrigada por el calor familiar. Es la mayor y única mujer de dos hermanos. De ahí quizás su semblante de madre luchadora responsable y amigable.
Desde temprana edad, por su desfavorable situación económica que vivía, salió de su pueblo, hacia a Guayaquil a trabajar para mejorar la economía familiar.
Como toda mujer entusiasta y con gana de salir adelante viajó luego a la capital, Quito, apostándole a un mejor futuro.
Aquí se casó y emprendió un negocio de tienda, con su esposo, un joven con el mismo empuje y deseo de progresar.
Ya formalizado el núcleo familiar, y con la perseverancia que les caracterizaba, ambos siguieron con una tienda, en un barrio capitalino.
Este joven hogar procreó dos hijos que serían un motivo más para continuar luchando, sin pensarlo que la vida la jugaría una mala pasada.
Su esposo y compañero, emprendió un día un viaje, sin retorno, al más allá.
Esto obligó a Luz a convertirse, muy joven en padre y madre para sus hijos que hoy, son su motor e impulso para continuar.
Así Luz María, forja su vida, sin desmayar cada día, para levantar a su familia, aunque en medio de recuerdos de la tierra que la vio nacer y de sus difuntos padres.
